¿Alguna vez ha calculado el tiempo que dedica a la semana a las tareas del hogar?
Si es así, súmele las horas que estas trabajando, desplazándose o haciendo la compra y la comida. ¿Cuánto tiempo le queda libre? Menos del que le gustaría, ¿verdad? Veamos cómo dar la vuelta a esos números y. sobre todo, cómo mejorar su calidad de vida.
La cocina, paraíso de las bacterias
Un truco para ahorrar tiempo: desinfecte lo esencial. El quid de la cuestión está en ser selectivo. Para ello, centre sus esfuerzos en los objetos y zonas de la cocina cuya limpieza es prioritaria desde el punto de vista de la salud: estropajo, fregadero y tabla de cortar. Una manera cómoda, rápida y eficaz de limpiar el estropajo es metiéndolo en el microondas durante un minuto. En cuanto al fregadero, basta con que durante unos minutos lo llene de agua mezclada con medio vaso de lejía. Por último, para limpiar la tabla de cortar, eche un poco de sal por encima y frótela con medio limón. La dejará lista para el siguiente uso y además elimina los malos olores. Llevamos aproximadamente 30 minutos y ya podemos pasar a la limpieza del baño.
El baño, guerra a la humedad
Un truco para ahorrar tiempo: ventile habitualmente y mantenga bajada la tapa del inodoro. No son necesarias muchas horas para mantener a raya las bacterias del cuarto de baño. Básicamente, lo que no puede dejar de hacer es el cambio semanal de toallas y desinfectar la bañera o la ducha. Para ello, le sugerimos un remedio casero muy efectivo: espolvorear un poco de sal y frotar media toronja por la bañera. La sustitución de las toallas y la limpieza de bañera no le llevarán más de 15 minutos.
Por otro lado, de lo que no debe preocuparse con exceso es del inodoro. Solo apuntamos un pequeño consejo que reducirá las posibilidades de que las bacterias se instalen en nuestro baño: bajar la tapa antes de tirar de la cadena. Eso sí, si su familia hasta ahora no lo hacía, es posible que le lleve algún tiempo que se habitúen a la nueva costumbre.
Salón y dormitorio, el trabajo está en la alfombra
Un truco para ahorrar tiempo: no limpie la habitación cada día. Si tiene alfombra, una colonia bacteriana de tales dimensiones requiere sin excusas del uso del aspirador una vez a la semana. Y si a la limpieza de la alfombra le sumamos unos veinte minutos para eliminar el polvo de los muebles, en total no habremos invertido más de 40 minutos en el salón. A menos que esté pasando por una enfermedad que le obligue a permanecer en la cama, el dormitorio no es una habitación que exija una limpieza diaria exhaustiva.
Eso sí, se recomienda lavar las sábanas una vez a la semana para eliminar las bacterias, virus y ácaros del polvo.