La higiene del baño es primordial y una de los focos de infección es el espejo. Lo que ves en el espejo no es solamente tu reflejo, se trata de partículas pequeñas que más vale erradicar limpiando el espejo. Hoy te enseñaremos cómo limpiar un espejo.
Sencillos pasos para limpiar un espejo
No solamente se trata de limpiar los espejos de baño. Si te fijas hay algunos lugares de casa que merecen que les presten atención pues sus espejos ya no brillan como al principio.
¿Qué necesitas?
- Atomizador
- Agua
- Olla
- Jabón para platos
- Papel periódico
- Toalla de papel
Guía para limpiar espejos
- Toma un poco de agua y hiérvela en una olla.
- Luego deja que el agua se enfríe a la temperatura normal.
- Ahora toma un atomizador y coloca 10 gotas de jabón para platos y agrégale un poco de agua.
- Luego sacude el recipiente hasta que se mezcle bien el contenido.
- Rocía un poco del nuevo líquido en el espejo de tu baño o en el del living.
- Por último limpia con un trato o una toalla de papel. Un truco casero para limpiar espejos es utilizar papel periódico y la verdad que es muy efectivo.
Más sobre limpieza de espejos
Aunque a veces puede ser frustrante limpiar un espejo, pues con tan solo la huella de un dedo el trabajo se estropea, la verdad es que mantener un espejo limpio dice mucho de un hogar. Hay que mantenerse alerta de las manchas, suciedad y residuos en los espejos. Vale la pena mantener la limpieza en el hogar.
Una sustancia excelente para limpiar los espejos es el vinagre que además desinfecta la superficie. Puedes utilizar el procedimiento anterior de la misma forma solo que cambiando el jabón líquido por vinagre. Este producto desengrasa y además de dar brillo lo mantiene.
Cuando pases el periódico o el paño suave, asegúrate de hacerlo en forma de círculo. Lo ideal es no rayar de ninguna forma la superficie y la verdad es que estos movimientos son más amigables con el material.
Intenta mantener rutinas de limpieza en las superficies de los espejos de casa. No querrás que el reflejo se vea empañado por nada. Si ya tiene rayaduras, lo ideal es pasar un paño húmedo en aceite de lino y tu espejo quedará como nuevo.