Limpieza y cuidado; estas serían las claves para lograr mantener limpias las paredes blancas de casa ya que por un lado es necesario que estemos siempre atentos a que no se manchen o que de hecho la mancha de tinta de los dedos de tu hijo o las gotas que han caído si hemos pasado con las manos mojadas, no se sequen.
Siempre es bueno tener una esponja y un paño por si cae una gota o mancha de lo que sea y de este modo la podemos sacar al momento. Piensa que si quitamos la mancha cuando ya han pasado muchas horas tendremos que esforzarnos más de manera que al limpiar nosotros mismos podemos acabar haciendo una mancha más grande.
Por otro lado en muchas casas existe la tendencia de colgar cuadros, espejos, fotos, etc…en las paredes de manera que si pasamos mucho tiempo sin descolgarlos siempre acabará apareciendo una mancha que puede quedar de un tono amarillento y que no es nada estética (luego les explico qué hacer con esas manchas).
Es bueno que retires de vez en cuando todo lo que esté colgado de manera que podamos ir comprobando si el blanco de la pared se ve más o menos claro debajo del cuadro de turno.
También deberémos ir con cuidado si tenemose animales en casa ya que estos suelen apoyarse en las paredes, o de hecho muchos se rascan incluso contra ellas. Notarás que la parte de abajo de una pared siempre está mucho más manchada así que repito que no dejes pasar mucho tiempo a la hora de ponerte a limpiarlas.
Por último cabe señalar que lo mejor es que vayas pintado las paredes cuando notes que el blanco se ve demasiado apagado ya que por mucho que limpies a veces el sol que da en las paredes acaba por “comerse” el color o la intensidad en el tono. La pintura blanca no es muy cara así que aprovecha que llega el verano y pinta tus paredes de nuevo de blanco, verás como tu salón o dormitorio recupera luz y se ve más fresco.
Siempre es bueno una limpieza de la casa, y esto incluye como no las paredes. ¿Alguna vez has quitado el polvo de las paredes? Aunque no lo parezca estas suelen estar llenos de polvo que entra por las ventanas o que nosotros mismos levantamos al pasar por lo que será bueno que quites el polvo de las paredes con un plumero, o un trapo seco. Tampoco es mala idea pasar un aspirador.
Si tienes unas paredes pintadas con pintura plástica te será muy sencillo limpiarlas ya que para ello tan sólo es necesario un poco de agua con jabón (no mucho) y una esponja que pasamos con cuidado (no humedezcas demasiado la esponja).
Con otra esponja, enjuagamos y retiramos todo el jabón que nos quede y si lo deseas acaba pasando un trapo seco. Hazlo por toda la pared para que la limpieza sea uniforme.
Para paredes empapeladas de color blanco, será mejor utilizar algún producto específico para papel de paredes, aunque también puedes utilizar un trapo húmedo.
Si la pared blanca es la del lavabo por ejemplo o la de la cocina y que quizás sean de azulejos, siempre será mucho más sencillo mantenerla limpia ya que con un trapo húmedo y jabón podemos limpiar y luego secar con otro trapo que esté limpio. En los azulejos de la cocina es bueno que utilices algún producto desengrasante ya que estos se suelen manchar de los vapores y acumulaciones de grasas que se dan cuando cocinamos.
Para los cuadros, espejos, fotos colgados en la pared blanca y que antes mencioné, podemos quitar sus marcas con un poco de leche en un trapo limpio o sencillamente utiliza una goma de borrar.
Si la pared se ha manchado de algo que es difícil de quitar o de eliminar como grasa, sangre o aceite, utiliza un poco de amoniaco disuelto en agua con jabón. Lo aplicas con una esponja humedecida y luego dejas que actúe unos minutos para después retirarlo con agua tibia y con la ayuda de un trapo limpio.