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El agua en muchos casos puede ser un gran enemigo. Si se te han mojado las llaves, y se te han oxidado, hoy te contamos como repararlas y dejarlas como nuevas. Mientras tengas las llaves oxidadas vas a tener que forzar la cerradura, y probablemente termines rompiendo algo, así que, sigue estos consejos y te ahorrarás problemas.
Cuando a causa del oxido las llaves se ponen pesadas debes sumergirlas en un recipiente en el cual habrás mezclado previamente una parte de petróleo y dos partes de de aceite. Dejalas sumergidas por un rato, y luego lavalas con agua y detergente. Y muy importante: dejalas secar bien.
Si no tienes estos materiales no te preocupes, las bebidas alcohólicas resultan también excelentes para quitar el herrumbre. En este caso debes dejar las llaves en remojo en la bebida durante un día entero. Pasado el día, las retiras y las lavas con agua y detergente, dejando que luego sequen bien.
Otro problema importante es la congelación de las cerraduras. El exceso de frío congela la grasa del mecanismo de las cerraduras e impide el accionar de las llaves. Te contamos esto por que tal vez piensas que el problema está en las llaves, y tal vez no sea así.
Para resolver este inconveniente debes calentar la llave sobre un mechero o sobre la hornilla de la cocina, con mucho cuidado de no quemarte, y luego se introduce en la cerradura y se hace jugar hacia un lado y otro hasta que transmita el calor y descongele el mecanismo..
Con estos consejitos podrás mantener tus llaves y cerraduras en perfecto estado por más tiempo, y te ahorrarás el tener que cambiar las cerraduras.