Cuando se trata de economizar todo vale, pero en algunos casos lograrlo puede ser más complicado que en otros. La compra de alimentos en el supermercado supone un gasto fijo y a todos nos gusta comer bien, por eso muchas veces el presupuesto nos queda corto y es en lo que más invertimos.
Para que a mitad de mes no te encuentres con la nevera vacía y sin ingredientes para cocinar, sigue éstos trucos la próxima vez que vayas a hacer las compras. ¡No te los pierdas! Que tu economía mejore depende de que los leas.

#1 Prepara una lista
Este es un buen truco para las personas que tienden a comprar por impulso. Antes de ir de compras tienes que hacer una lista de los alimentos, artículos de limpieza, productos de higiene personal y bebidas que necesitas comprar. Luego de terminar la lista vuelve a leerla para evaluar si hay algún producto del cual puedes prescindir para borrarlo. Lleva la lista contigo al supermercado e intenta ceñirte a ella al momento de cargar el carro de compras. Si consigues hacerlo terminarás pagando en caja un monto menor al que acostumbrado.

#2 Compra marcas blancas
Una marca blanca es la marca de productos que pertenece al establecimiento. La mayoría de estos productos suelen ser elaborados y distribuidos al supermercado por marcas reconocidas comercialmente, solo que en vez de poner su etiqueta habitual pegan la etiqueta del supermercado, lo que ya es una clara señal de que los productos de las marcas blancas también pueden ser de buena calidad.
Los precios de los productos de las marcas blancas por lo general suelen ser un poco más bajo que las marcas tradicionales. Podrás comprar buena calidad y a la vez ahorrar, con lo cual si lo deseas en vez de llevar una o dos unidades tendrás dinero para comprar más con el objetivo de que tú compra llegue hasta fin de mes.

#3 Compra a granel
El comprar a granel es una tendencia en auge, cada día más personas optan por comprar más cantidad de determinados productos (conviene hacerlo con aquellos que más consumo tienen en el hogar). Por ejemplo, puedes comprar arroz a granel, pastas secas, cereales, entre otras cosas.

#4 Identifica las ofertas engañosas
Esto es algo que lo tengo visto en persona, muchas veces en los supermercados se colocan productos de oferta anunciando algo así como “el más barato”, pero no es verdad. Cuando te fijas en la estantería te das cuenta que hay otro más económico y en ocasiones la diferencia de precio es importante. Piensa que siempre que puedas ahorrar en un artículo, te sobrará dinero para invertir en otra cosa. Lo mejor es que te pares frente a la estantería y mires todos los precios, comparando cantidad y precio.

#5 Compra congelados
Esto es un tanto relativo, dependiendo del país en el que vivas puede ser que los alimentos congelados sean más o menos caro. Por ejemplo, en España la mayoría de los productos congelados son más económicos que los frescos, solo tienes que acordarte de descongelarlos la noche anterior en la nevera para evitar su contaminación.

#6 Saca partido de las ofertas
Por ejemplo, si hay tomates en oferta puedes hacer muchas cosas con ellos. Compra unos cuantos kilos y te dejo estas ideas para que las pongas en práctica: utiliza los tomates para hacer salsa (y congelarla), preparar jaleas y mermeladas, hacer zumo de tomate, consumirlos frescos, secarlos para utilizarlos en distintas recetas.
Lo mismo puedes hacer con otros alimentos como por ejemplo, manzanas, naranjas, pimientos, pepinos… cada vez que veas algo en oferta pregúntate de qué otra forma podrías aprovecharlo si compraras varias unidades o kilos. Es otra manera de contribuir a que las compras del súper te duren todo el mes.